Traducción del chino al español: retos y consejos

Las relaciones comerciales entre España y China son cada vez más intensas, lo que ha incrementado la necesidad de una traducción chino-español que pueda agilizar los negocios. 

Estas traducciones se encargan de asegurar que el mensaje sea bien entendido por ambas partes, pero, para lograrlo, no basta con hacer un simple cambio de un idioma a otro, el documento debe ajustarse a la cultura y al entorno cognitivo de emisor y receptor.

Nuestra empresa de traducción está especializada en traducciones juradas del chino al español. Colaboramos con traductores técnicos y traductores jurados de chino-español nombrados por el Ministerio de Asuntos Exteriores de España. También ofrecemos servicio de interpretación de español a chino.

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El cambio de un documento de un idioma a otro implica varios desafíos:

Antiguo poema chino

El chino y el español tienen estructuras gramaticales que son muy diferentes entre sí. Mientras que el chino es una lengua analítica, el español es una lengua sintética, y esto puede llevar a confusión y provocar errores en la traducción.

Sucede además que el chino es una lengua tonal, en la que el significado de una palabra puede cambiar dependiendo del tono utilizado. Esta característica no existe en el español y puede dificultar la traducción. 

Además, el chino utiliza caracteres logográficos y el español utiliza el alfabeto fonético. Por lo tanto, la traducción requiere no solo la conversión del significado de los términos, sino también la adaptación a un sistema de escritura que es completamente diferente.

Las prácticas comerciales y los términos técnicos varían significativamente entre países. Tanto el chino como el español tienen muchas expresiones idiomáticas y modismos que no se pueden traducir literalmente, y esto complica el objetivo de lograr que el documento sea entendido de forma homogénea por ambas partes. 

Por eso, la precisión es crucial en la traducción de documentos legales y contractuales, porque cualquier error puede tener consecuencias legales y financieras.

Entre los más importantes están las convenciones de formato como la fecha, los números y las unidades de media, que pueden diferir entre las culturas. Para evitar confusiones y errores, los traductores también deben adaptar estos elementos con toda la precisión posible.

Además, hay que tener en cuenta que las leyes y regulaciones aplicables a los negocios pueden variar enormemente entre países tan diferentes entre sí como España y China. Los traductores deben estar al tanto de estas diferencias para asegurar que los documentos se ajusten a los requisitos locales. De modo que documentos tan importantes como un contrato sean válidos en ambos países.

Otra cuestión a tener en cuenta es que la sensibilidad política y cultural pueden afectar a las traducciones. Así, algunos conceptos pueden ser aceptables en un contexto, pero ofensivos o inadecuados en otro. Para saber esto, no basta con conocer el idioma, hay que conocer también la cultura.

El chino es una lengua sintética, esto es, cada sílaba tiene una gran cantidad de significados diferentes. Ya hemos visto que el significado puede variar según el tono que se le dé, pero además la misma sílaba con el mismo tono puede albergar numerosos significados diferentes. Por ejemplo, la silaba mǎ (马) no solo significa caballo, también puede significar peso, número o código, o apilar (码), o ágata (玛), hormiga (蚂), mamut (犸), etc. Aquí radica una de las grandes dificultades del idioma.

En contraposición con la escritura alfabética occidental, en China se utiliza una escritura logográfica, donde cada pictograma o ideograma, representa por sí solo una palabra o morfema, esto es, cada carácter o sílaba china tiene un significado propio, aunque también puede haber palabras que estén formadas por varias sílabas, bien como suma de sus significados, como 电脑 (diannao: cerebro + eléctrico = ordenador) o 钱包 (qianbao: dinero + bolsa = monedero), o por similitud en los sonidos 意大利 (yidali = Italia).

En chino Mandarín podemos encontrar alrededor de 50.000 caracteres diferentes, aunque se considera que con 2400 caracteres se pueden leer el 90% de los caracteres presentes en prensa escrita y conociendo 5000 caracteres se posee un alto estándar de la lengua.

Pocas escrituras son tan definitorias de la cultura en la que fueron creadas como la escritura china. Por ejemplo, el hecho de que el carácter de “seguridad” (安) sea el de una mujer (女) debajo de un techo con humo en la chimenea (宀). Además, ésta es la diferencia más visual que posee el lenguaje chino respecto a los idiomas europeos.

¿Cuántos idiomas se hablan en China? ¿Solo se habla chino?

En realidad el chino es tan solo una de las lenguas que se hablan en China, aunque suele utilizarse erróneamente el término chino para hacer referencia al conjunto de lenguas siníticas habladas en China y prácticamente ininteligibles entre sí, que son:

  • Mandarín (汉语): Es el idioma oficial en China y la lengua nativa de más de 836.000 millones de personas. Es el idioma más hablado del mundo (una cuarta parte de la población mundial lo habla).
  • Wu (吴语): El nombre Wú (吴) viene del nombre de uno de los tres reinos en que se dividió China al final de la dinastía Han, y cuyo territorio se correspondía a grandes rasgos con el ámbito lingüístico actual del Wu. Es la lengua más utilizada en la parte baja del río Yang-Se y lo utilizan unos 90 millones de personas. Uno de sus dialectos más conocidos es el Shanghainés.
  • Ming (闽语): Lo emplean unos 60 millones de personas en la zona de Taiwan, Fujián, Hainán y la costa meridional. Es la lengua que tiene una variedad fonológica más amplia en lo que respecta al número de consonantes, sobretodo en su variedad del Sur, dado que históricamente fue una zona muy aislada debido a la falta de corrientes de agua.
  • Yue (粤): Es la lengua propia de la provincia de Guangdong y entre sus dialectos más conocidos se encuentra el chino cantonés que se habla en Hong Kong y en las colonias chinas de EE.UU. Hablan Yue un total de 50 millones de personas.
  • Hakka (客家话): El pueblo hakka tienen su origen en varios episodios de migración desde el norte al sur de China durante los períodos de guerra y disturbios civiles. Los antepasados de los hakka vinieron de las actuales provincias de Henan y Shaanxiy. Literalmente Hakka significa visitante. Es hablada en el sudeste de China por unos 34 millones de personas.

Un traductor profesional de español a chino tiene que conocer perfectamente el idioma original desde el que traduce.

El alfabeto chino es propio, y constituye todo un mundo aparte con respecto a otros alfabetos del mundo: emplea caracteres con interpretación fonética, y otros con interpretación semántica (también llamados logogramas).

El sistema de escritura del idioma chino se puede llevar a cabo mediante el chino tradicional (mayoritariamente presente en Hong Kong y Taiwán) o el chino simplificado (de mayor incidencia en la China continental y en Singapur).

La simplificación de la escritura del idioma chino se ha ido llevando a cabo desde hace muchos siglos en aras de reducir el nivel de analfabetismo de la población china. La reforma de 1950 fue la más polémica según los más puristas (proclives a preservar las raíces de la lengua de forma más pormenorizada) y, por el contrario, la que más contribuyó a la simplificación (y difusión) del idioma chino.

Para poder hacer el trabajo con efectividad y calidad, es recomendable seguir estos consejos:

Estar al tanto de la terminología y las prácticas aplicables del sector para el que se está traduciendo, así como conocer cuál es el objetivo del documento, porque todo esto va a influir en el tono y el estilo de la traducción.

En chino, el tono puede llegar a cambiar el significado de una palabra. Por eso, es especialmente importante asegurarse de que los términos y los tonos utilizados son los correctos, para evitar malentendidos.

En todo caso, es imprescindible revisar y editar la traducción, para eliminar cualquier error tipográfico o gramatical que pueda afectar a la credibilidad del documento.

Una buena traducción debe ajustar los formatos de elementos como la fecha a la costumbre del destinatario. Por otro lado, si hay que hacer conversiones de monedas, esto debe hacerse de forma correcta para evitar confusiones que pueden causar un grave daño a la relación comercial. Además, la traducción debe adaptarse siempre a la normativa local y comercial aplicable en cada caso concreto.

La traducción chino-español no está exenta de dificultades que van más allá del conocimiento de ambas lenguas. Por eso, es mejor dejarla en manos de especialistas que manejen bien todos los aspectos técnicos.

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